La Nueva Espana : Noticias Gijon 28 de Febrero de 2009
La autopista del mar entre Gijón y Nantes servirá también para atraer a turistas, según el Principado
La ministra Magdalena Álvarez y su homólogo francés firman en París un acuerdo que obliga a mantener operativa la ruta al menos durante siete años a cambio de 30 millones de euros

Dominique Bussereau y Magdalena Álvarez, ayer, en París, durante la presentación de la autopista del mar.

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Alejandro ÁLVAREZ
La autopista del mar entre Gijón y la localidad francesa de Nantes, que comenzará a operar antes de finales de año, servirá, además de para transportar camiones y mercancías, para atraer a turistas a la región. Al menos eso es lo que piensa el consejero de Infraestructuras del Principado. Francisco González Buendía señaló ayer en París, durante la firma del acuerdo para poner en marcha el proyecto, que la autopista del mar está preparada para el transporte turístico.

Según el Consejero, el barco que operará la línea entre los puertos de El Musel y Saint-Nazaire permitirá transportar turismos y con ellos pasajeros que podrán utilizar durante la travesía los camarotes del buque. «Entendemos que, ofreciendo un servicio complementario al de mercancías, la autopista del mar cumplirá otra función importante que es la de traer turismo a Asturias», subrayó González Buendía.

La firma del convenio, que obligará a mantener la línea operativa al menos durante siete años a cambio de una subvención de 30 millones de euros, se celebró ayer en la sede del Ministerio de Transportes francés y contó con la asistencia de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y del ministro de Desarrollo galo, Dominique Bussereau, que fueron los encargados de rubricar el acuerdo. También acudieron el presidente de Puertos del Estado, Mariano Navas, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Fernando Menéndez Rexach.

Magdalena Álvarez destacó que el proyecto pretende equilibrar los modos de transporte y ayudará a resolver el «problema» de congestión del tráfico rodado. Cada día, según la Ministra, más de diez mil camiones atraviesan los pasos fronterizos franco-españoles de Irún (Guipúzcoa) y La Junquera (Gerona). Los barcos que se utilizarán tendrán capacidad para unos 200 camiones y el objetivo es que después de un cierto rodaje haya una salida diaria desde Gijón y otra desde Vigo, el otro puerto junto a El Musel que conforma la «Y» del mar. El precio del trayecto será de 450 a 500 euros por unidad de transporte (camión o remolque).

Menéndez Rexach, por su parte, señaló que cuando el enlace funcione a pleno rendimiento podría representar en torno al 20 por ciento del flujo de camiones que operan actualmente entre el área de Gijón y la de Nantes. Rexach aseguró que las instalaciones de El Musel están preparadas para la línea y que sólo si la ruta tiene mucho éxito haría falta una nueva rampa de carga.

La Federación de Empresarios del Metal (Femetal) ha calificado de «excelente» la firma del convenio. Su presidente, César Figaredo, cree que promoverá la competitividad y la internacionalización de las empresas asturianas y de manera muy especial las del metal, dado que el mercado de los productos del sector «representa el 70 por ciento de las exportaciones asturianas». Asimismo, el presidente de la patronal del metal cree que la autopista del mar supondrá un ahorro de tiempo en los movimientos de mercancías y un ahorro de los costes del transporte. «Contar con un puerto competitivo, con las instalaciones y calados que los nuevos tráficos exigen, así como con las conexiones con los grandes centros logísticos del mundo, es un elemento fundamental», subrayó Figaredo.

La Cámara de Comercio de Gijón también ha querido adherirse a la celebración de la firma. Su presidente, Luis Arias Velasco, ha destacado la importancia que tendrá la línea como elemento dinamizador del comercio exterior, puesto que facilitará y atraerá nuevos tráficos y mejorará el acceso a mercados que actualmente no están operativos. «Se trata de una gran oportunidad logística para la ciudad de Gijón».

Una autopista del mar, pero de verdad
Una nueva conexión marítima de Gijón con Francia que no debería fracasar

Las firmas de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y de su homólogo francés, Dominique Bussereau, ayer, en París, del acuerdo sobre las autopistas del mar entre ambos países supone el punto de partida de la conexión marítima entre los puertos de El Musel y de Nantes-Saint Nazaire, así como entre Vigo y Nantes, con el ulterior enlace de Algeciras.

Esta oportunidad significa para el puerto gijonés la posibilidad de incrementar el transporte de mercancía general, de mayor valor añadido y muy menguada todavía con respecto a los tradicionales tráficos de graneles en las dársenas locales. La autopista del mar con cabecera en Gijón no debería fallar, y su éxito dependerá de varios factores que hagan de ella una verdadera «autopista», en cuanto recorrido óptimo entre los destinos de las mercancías con respecto a los trayectos por carretera.

El concepto de autopistas del mar nace en el Libro Blanco del Transporte, elaborado por la Comisión Europea en 2001. Se trata de una alternativa al transporte por carretera que debería descongestionar puntos negros como el paso vasco de los Pirineos. El ahorro energético, la reducción de la contaminación y un tráfico más fluido en las principales redes de transporte terrestre europeas son los objetivos últimos de las autopistas del mar.

Según los estudios realizados al respecto, la viabilidad de una autopista de mar depende de la ubicación geográfica del puerto, así como de las características técnicas de éste, pero, sobre todo, de que exista una excelente red de comunicaciones desde el puerto a las redes de autopistas y ferrocarriles. El Musel cubre parcialmente estos requerimientos, tanto en sus muelles de carga de La Osa, que necesitarán nuevos equipamientos, como en el desarrollo de las infraestructuras viarias -más adelantadas- y ferroviarias -todavía inciertas- que unen el puerto gijonés con sus áreas de influencia en la cornisa cantábrica y Castilla. En cuanto a la autopista del mar en sí misma, su éxito dependerá de la frecuencia, la rapidez, el coste final puerta a puerta o la simplificación de trámites.

A favor de esta nueva ruta marítima entre Gijón y Francia contarán las subvenciones de la UE: unos 30 millones durante varios años, dinero destinado principalmente a la adecuación y sostenimiento de buques y tripulaciones para este transporte de remolques y camiones. Por su parte, los puertos que necesiten adaptaciones recibirán fondos estructurales y de cohesión. No obstante, una dificultad para esta autopista será el hecho de que los puertos españoles, y El Musel en particular, siguen ofreciendo un transporte caro, salvo en los graneles. Por otra parte, los transportistas por carretera echan cuentas y éstas todavía no les cuadran en cuanto a competitividad de la autopista del mar con las autopistas terrestres. Sin embargo, una experiencia vecina está mostrando ya buenas perspectivas. La primera autopista del mar en el Atlántico, entre Bilbao y Brujas, creada por iniciativa privada en 2007, mueve unos 350 camiones a la semana y obtiene una ocupación del 60 por ciento, que aún no la hace rentable, pero que satisface a sus promotores.

La autopista del mar de Gijón no debería fracasar como ha sucedido con otros intentos anteriores de transporte de vehículos rodados por mar. Tanto las navieras implicadas como la propia Autoridad Portuaria de Gijón deberán realizar una comercialización intensa de su nuevo servicio. Y, en definitiva, las autopistas del mar poseen objetivos loables, pero es la propia UE la que ha puesto alto el listón y la que deberá sostenerlas hasta su consolidación como verdaderas «autopistas» de transporte.